Los primeros servicios de emergencias de la provincia de Valencia, los Consorcios Comarcales de bomberos, se constituyeron en 1982. La expansión económica de los años 60 había conllevado en una transformación socioeconómica y un crecimiento de la población y de la industria. Esto derivó en un notable aumento de los riesgos y, por tanto, de la demanda de servicios de emergencias.

La idea de mancomunar varios municipios por comarcas con el objeto exclusivo de prestar un servicio de bomberos da origen a siete Consorcios Comarcales en la provincia de Valencia auspiciados por la Diputación: Horta Nord, Horta Sud, Camp de Morvedre, Ribera Baixa, Ribera Alta-Valldigna, La Safor y La Costera. La corporación provincial entra a participar así con los municipios en el reparto y financiación de las cargas económicas derivadas del mantenimiento del servicio de prevención y extinción de incendios.

Con el paso del tiempo se hizo patente que la fórmula de los consorcios comarcales tenía carencias y problemas de organización y coordinación. Así, el 31 de octubre de 1986 se constituye el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia tras la aprobación de sus Estatutos por la Generalitat, la Diputación de Valencia y los 132 municipios que se integraron en él. Su objetivo marcado: prestar servicio a los municipios adheridos y extender de forma paulatina su cobertura a todo el territorio provincial a excepción de la capital, ya con servicio propio consolidado.

Esta nueva entidad de ámbito provincial, con la incorporación gestora y financiera de la Generalitat Valenciana, inicia un proceso de coordinación y homologación de planes e infraestructuras mediante el Consejo de Coordinación y supone la absorción de los siete consorcios comarcales. El Consorcio Provincial nace de este modo como un organismo público cuya misión es la prevención y extinción de incendios así como las tareas de salvamento en la provincia de Valencia.