El consorcio Provincial de Bomberos de València pone en marcha el proceso para la contratación temporal de bomberos interinos, para cubrir las necesidades derivadas del periodo estival, de las bajas actuales y del estado de alarma derivado de la COVID-19.

El Consorcio de Bomberos de València inicia hoy, 15 de abril, un curso de formación de bomberos para conformar una bolsa temporal de ocupación, que sea capaz de cubrir las necesidades de este verano, así como, durante el tiempo necesario mientras concluye el proceso de oposición que en estos momentos se encuentra en avanzado proceso de ejecución. En este proceso, la fase de oposición ha concluido, a falta de una sola prueba, paralizada por la situación de estado de alarma existente y además, todavía es necesario concluir la fase de concurso.

La bolsa temporal de ocupación recoge a todos aquellos aspirantes que han superado todas y cada una de las pruebas efectuadas, hasta el momento, durante el presente proceso de oposición. Se mantiene así el criterio de generar ocupación, evitando que el personal operativo, que llegado el momento estival y de relanzamiento socioeconómico, se vea obligado a reforzar su presencia en el servicio operativo, por encima de su jornada laboral y en detrimento de la calidad de la prestación del servicio, como consecuencia inevitable de la exigencia que se requiere de este colectivo de profesionales en los momentos de mayor número de emergencias, y su complejidad, así como de posibles complicaciones por el aumento de contagios de la COVID-19 entre la plantilla del Consorcio.

Este curso de formación tiene una duración de 250 horas, de las cuales más del 75% se corresponden a formación práctica presencial. En este sentido y dada la actual situación, se ha llegado a un acuerdo de colaboración entre administraciones, donde la Diputación de València pose a disposición del Consorcio su plataforma electrónica de formación, haciendo de este modo posible, que estos nuevos profesionales puedan empezar, todavía en estos momentos, la parte más teórica de su formación, aprovechando las ventajas que ofrecen las nuevas plataformas tecnológicas. El resto de su formación, que supera más del 75% del total, se llevará a cabo en la medida en que las actuales restricciones se vayan levantando.

La colaboración de la Diputación de València aportando los medios tecnológicos a su alcance para mejorar y hacer posible la prestación de los servicios hacia la ciudadanía, constituye una muestra de la capacidad y voluntad de adaptación de la administración, pero no es menos importante, la adaptación que ha sido necesaria por parte de los profesionales responsables de la formación y esencialmente por el colectivo de instructores del consorcio, que han tenido que adaptarse a este nuevo estatus y que, sin lugar a dudas, pasará a formar parte de la evolución y preparación futura de nuestros profesionales.

En el momento actual, el reto se centra en cubrir las necesidades del personal bombero con el fin de dar respuesta en el periodo estival, personal necesario para atender el consiguiente repunte en incendios relacionados con nuestras montañas, incremento del tráfico viario y, lo cual esperamos que así sea, el arranque de la actividad económica de nuestros pueblos y ciudades.

El inicio de este estado de alarma ha coincidido con una oposición, un proceso de consolidación de la estructura del Consorcio de Bomberos de València, que tiene como finalidad establecer el relevo generacional de los componentes adscritos a su cuerpo de bomberos. Después de su creación a finales de 1982, la mayoría de sus componentes están llegando al final de su trayectoria laboral. A consecuencia de esto, se están llevando a cabo desde 2014, oposiciones con el fin de dotar de nuevo personal a su estructura, tanto del personal bombero como de las diferentes escalas de mando.

El actual estado de alarma, decretado a consecuencia de la pandemia que nos afecta, ha puesto a prueba a las administraciones de este país, de sus comunidades autónomas y de sus entidades locales. Los retos están siendo importantes, mantener la prestación de los diferentes servicios que la administración brinda a la ciudadanía, se convierte en un desafío que solo es posible afrontar mediante una organización coordinada y comprometida, pasando necesariamente por la aplicación de las nuevas tecnologías.