El Consorcio Provincial de Bomberos de València alerta del repunte de incendios en viviendas con la llegada del frío. Entre enero y marzo de este año hubo 186 incendios en viviendas. Tras un descenso considerable en los meses estivales, la cantidad se ha vuelto a incrementar a partir de octubre, una tendencia ya apreciada en los años anteriores.

“En los meses de más frío apreciamos un aumento de estas emergencias. Mientras que en junio recibimos 41 avisos por incendios de viviendas y en agosto, 37, en noviembre han sido 67”, ha concretado el presidente del Consorcio, Josep Bort.

Además, se constata un repunte con respecto a 2017 en algunos meses. En febrero del 2017, el Consorcio registró 40 avisos por incendios en viviendas y el mismo mes del 2018 fueron 50. En marzo del año pasado se recibieron 59 llamadas mientras que en marzo de este año la cifra ha ascendido a 75.

Las principales causas de estas emergencias son eléctricas, por aparatos eléctricos en malas condiciones, sobrecargas y cortocircuitos.

Los aparatos de calefacción como estufas, radiadores, chimeneas y braseros, en estancias sin ventilación también están detrás del origen de numerosos fuegos en el hogar.

“Si están en funcionamiento durante un tiempo prolongado y las puertas y ventanas están cerradas, se consume el oxígeno y se forma el mortal monóxido de carbono”, alerta el inspector jefe del Consorcio, José Miguel Basset.

Detrás de otros incendios están las chimeneas con mal mantenimiento, braseros bajo de las mesas camillas, estufas eléctricas y velas.

Las estancias en las que más incendios se producen son el comedor, el dormitorio y la cocina.

El Consorcio insiste en que la prevención es clave para evitar estas situaciones. Se deben revisar todos los aparatos de combustión líquida o con gas inflamable. También es muy importante colocar detectores automáticos de humo, que pueden salvar vidas.

Pide además que se vigilen las fuentes de ignición y que éstas se apaguen antes de acostarse. Las velas nunca deben dejarse encendidas al irse a dormir.

Según los últimos datos de un informe presentado por la Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos el año pasado murieron 212 personas en incendios en España por fuegos o explosiones, ya fuera por quemaduras o inhalación de humos, en espacios cerrados o al aire libre.

Sus datos confirman el repunte de incendios en los meses más fríos. El 64% de víctimas mortales se registraron en los seis meses de más frío de al año. Entre noviembre y febrero del 2017 se contabilizaron más fallecidos en viviendas que en resto del año. El peor mes fue enero.

Por último, la valenciana es la tercera con mayor índice de víctimas fallecidas en 2017, con un ratio de 5,2 muertos por millón de habitantes.