Un equipo del Consorcio de Bomberos de Valencia especializado en servicios de montaña participó en el rescate en la Vall d’Ebo

rescate_Vall_dEbo_16112012_-_copia18 de noviembre de 2012.- “Lo ocurrido no ha sido una imprudencia de nadie, la gente iba bien equipada y preparada, creo que ha sido un fatal accidente. La víctima se quedó atrapada entre dos piedras y se ahogó en cuestión de minutos. Ha sido una mala suerte y esa situación, una persona que se ahoga en un tramo relativamente fácil, supuso un shock para toda la gente que estaba en el barranco”. Así lo relata Xavi Calabuig, bombero del parque de Gandía, mando del equipo de rescate en vertical y coordinador del curso de formación para implantar un procedimiento de actuación en la materia.


 

“El resto del grupo optó por quedarse todos unidos y esperar al rescate porque la mayoría de la gente no estaba en una situación psicológica de salir por su propio pie de allí” cuenta Calabuig. Entre los rescatados se encontraba Isaac, también bombero del Consorcio de Valencia. “Estaba un poco consternado. Le dije ‘tú puedes ser muy buen bombero, pero necesitas un equipo de trabajo. En esos momentos estás desbordado y necesitas un apoyo de un equipo de rescate formado’”.

 

 

Cinco bomberos del Consorcio acudieron a colaborar en un rescate que se alargó durante 16 horas. Xavi Calabuig y Vicent Ciscar estaban de guardia en el parque de Gandía mientras Vicent Alapont estaba en el de Alzira. El jefe de parque de Gandia, Álvaro Tur, y Germán Borrás, no estaban trabajando pero no dudaron en prestar su ayuda.


Rápida movilización

“Sobre las 18:10 horas me llama Hugo Jareño, bombero del parque de Denia y perteneciente al equipo de montaña –habíamos coincidido en el rescate de la semana pasada del montañero que sufrió el ataque epiléptico en Peñalva- y me dijo que les acaban de movilizar para un rescate en la Vall d’Ebo”, relata Xavi. “Me dijo que habían 14 atrapados y un fallecido. Que ya estaban coordinados por Salvador Luque, sargento del grupo de rescate del Consorcio de Alicante, pero que hacía falta más gente porque el tema se preveía complicado, ya que ya era de noche y amenazaba con volver a llover”.


Salvador Luque les dice que van a necesitar un vehículo que pueda hacer de repetidor de las emisoras TETRA porque no hay cobertura en el barranco. El subdirector técnico, el oficial de guardia y el jefe de parque de Gandía se encargan de los trámites y a las 20:00 horas salen dos vehículos UPC aptos para hacer de repetidor del parque de Gandía con Álvaro Tur, Xavi Calabuig, Vicent Alapont, Vicent Ciscar y Germán Borrás.


“No sabíamos cuanta gente había atrapada”

“A las 20:45 horas llegamos al Puesto de Mando Avanzado, ya habían montado un soporte vital básico y varias SAMU. También estaba el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Ontinyent y los bomberos especialistas en rescate en montaña de Alicante. Se habían formado dos equipos de rescate: uno que estaba trabajando en la zona de la salida del barranco, porque se preveía que la gente tenía que salir por ahí, y otro equipo arriba del barranco, instalando cuerdas fijas en una pared de 150 metros de altura para poder acceder a la gente que estaba atrapada arriba”.


El barranco del Infierno es un estrechamiento del río Girona al que se accede por una pista forestal, descendiendo unos 300 metros de desnivel a través de unas sendas y utilizando las técnicas de cuerdas de descenso de barranco una vez se llega al río. “La gente no suele llevar bloqueadores para remontar la pared porque prevén que van a salir barranco a bajo en el sentido del agua. El problema es que llega un momento en que el barranco se estrecha tanto que hay un tramo de unos 200 metros lineales en los que con los dos brazos puedes tocar las dos paredes del barranco, paredes de 200 metros de altura. Ahí es donde se producen los atrapamientos”, según comenta Xavi Calabuig.


“No hay cobertura dentro del barranco. Quienes habían dado la voz de alarma salieron escalando. Gente con experiencia y equipados con el equipo de escalada. Mientras ellos iban saliendo, más gente iba entrando al barranco y se iba quedando bloqueada al encontrarse con el accidente, con lo que no sabíamos con exactitud el total de gente que había atrapada dentro del barranco y sus condiciones.”


Primer rescate: cinco montañeros

“A nuestra llegada ya han podido contactar con la gente de dentro del barranco para tranquilizarles y se nos informa de la situación. El jefe de parque de Gandía, Álvaro Tur, se queda en el PMA instalando el repetidor. Se incorpora con nosotros Pedro Barranco, técnico sanitario colaborador del Consorcio, y bajamos para acceder al barranco por la salida, en contra del agua, con el primer equipo de rescate. En un principio se prevé que va a salir un buen grupo de atrapados y hay que ir atendiendo a las víctimas y abriendo accesos barranco arriba colocando clavijas de expansión en la roca, un trabajo de mucho desgaste si sumamos que está lloviendo y es de noche.


La caminata hasta el barranco es una senda con escalones de piedra, por en medio de la montaña, y cuando llegamos a la desembocadura del agua, Vicent Ciscar y Pedro Barranco se quedan por detrás nuestro para ir atendiendo a los que vamos sacando mientras nosotros empezamos el ascenso a contracorriente. Nos encontramos a dos bomberos de Alicante que están haciendo de repetidores con las emisoras y seguimos subiendo hacia la zona denominada ‘la cova santa’ donde se abre el barranco y termina el estrechamiento.


Cuando llegamos allí no hay mucha corriente pero está todo inundado. Alapont se queda con la emisora y Germán y yo nos ponemos el traje de neopreno y continuamos nadando barranco hacia arriba. En ese momento nos encontramos con un bombero que salía con cinco rescatados que habían decidido continuar barranco a bajo. Estaban bien. Se habían quedado atrapados en la zona del sifón. Es una zona con forma de cazuela de 15 metros cuadrados llena de agua y donde o pasas buceando por un agujero o pasas escalando. Para escalar esa pared hay una cadena de hierro por donde cogerse pero la crecida del barranco había tirando la cadena al otro lado. El equipo de Luque les tiró la cadena a su lado para poder salir y conforme fueron saliendo fueron atendidos por nuestro técnico sanitario.


Nosotros continuamos barranco arriba hasta encontrarnos con el resto del primer equipo de rescate. Hay mucho caudal y consideran que el acceso no es posible porque hay una catarata muy grande imposible de salvar. Los primeros rescatados nos confirman que el resto del grupo está mucho más arriba y decidimos salir de esa zona y sumarnos al resto del equipo de rescate por la parte de arriba del barranco. Ya son las 00:00 h de la noche.


“Nos dirigimos hasta un espigón con una caída de 150 metros, bajo están esperando para ser rescatados”

“Llegamos al PMA, nos cambiamos la ropa que llevamos empapada, los trajes de neopreno, comemos algo, cogemos más sacas con cuerdas de 100 metros del equipo de escalada y nos dirigimos montaña a través por una zona ya balizada hasta un espigón de piedra que tiene una caída de 150 metros en vertical hasta el barranco donde está esperando la gente a ser rescatada.


El equipo especial de Alicante ya había colocado las cuerdas fijas. Con un sistema de ascenso por contrapeso empezamos a subir al grupo de montañeros uno por uno. Los 150 metros de tramo estaban fraccionados por tramos de 25-30 metros. En cada zona hay ubicados dos bomberos: uno de contrapesista y otro de regulador para ir acompañando a los rescatados. Nosotros quedamos en la parte de arriba en el último tramo para recoger a las víctimas con un sistema parecido a una grúa para acceder a ellos.


Víctima a víctima, bajábamos hasta el último tramo, recogíamos a la víctima, la subíamos y el técnico sanitario la chequeaba. Cuando ya habían cuatro rescatados, un bombero los acompaña por la zona balizada en la montaña hasta el puesto de mando avanzado. Un recorrido por donde iban trepando entre la montaña, en la oscuridad, y que se alargó durante una hora u hora y media para cada grupo porque estaban exhaustos, agotados.


El último montañero en ser rescatado era Isaac, nuestro compañero del Consorcio de Valencia. Fue el último en salir del barranco porque llevaba bloqueadores para las cuerdas y pudo ascender por su propios medios. Cuando salió Isaac eran las 6:30 de la mañana. Tardaríamos una hora más en recoger todo el material. A las 8:30 llegábamos al PMA.


Sólo faltaba rescatar a la víctima mortal. El helicóptero de la guardia civil estuvo tanteando si podía entrar o no en el barranco porque había descendido mucho la niebla y se plantó que bajásemos de nuevo a sacarlo en brazos. Finalmente la bruma desaparece y el helicóptero puede rescatar el cuerpo de la víctima.”


Equipo especializado en rescate vertical

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia trabaja desde hace unos meses en la implantación de un procedimiento de actuación de rescates en vertical, tanto en entorno urbano como rural. Una formación que llegará en breve a los más de 600 bomberos que conforman el personal operativo. Calabuig, Alapont, Borrás se encargan de darle forma.


“Nosotros llevamos muchos años con esto y individualmente sabemos que estamos capacitados, lo que necesitamos es trabajar en equipo y tener los recursos necesarios. Es un paso más que está dando el Consorcio en esta materia”, concluye Calabuig.